El desafío de adoptar buenas prácticas

El desafío de adoptar buenas prácticas

EL DESAFÍO DE ADOPTAR BUENAS PRÁCTICAS

Abril 4, 2024

UNA BUENA PRÁCTICA

Siempre que en alguna disciplina se resuelve divulgar buenas experiencias o el “cómo hacer” de la mejor manera, se comienza a hablar de las “BUENAS PRÁCTICAS”.

Probablemente este término haya resonado más en contextos de Administración y de Negocios, pero hoy en día se observan buenas prácticas medioambientales, en seguridad, en educación, en compliance, en salud, en comunicaciones, en gestión pública, entre otras áreas.

En general el concepto se refiere a experiencias que han arrojado resultados positivos, demostrando utilidad en un ambiente concreto y que sirven de modelo para otras organizaciones en contextos similares.

En este sentido, una BUENA PRÁCTICA es una acción que supone una mejora evidente en los estándares de algún proceso, pero que se debe ejecutar siempre en consonancia con criterios éticos. Por ejemplo, si una organización introduce una buena práctica, entonces esta no atenta contra el respeto por los derechos y la dignidad de las personas involucradas. Otro ejemplo, si se trata de una buena práctica, esta no acarrea daños al medio ambiente o a la sociedad en general.

BUENAS PRÁCTICAS EN LOS ESTADOS FINANCIEROS

Hoy en nuestra sociedad, frente a lo que conocemos como “el manejo de los GRANDES DATOS (Big Data) en la información financiera”, encontramos un desafío permanente en cuanto a cómo comunicar los principales resultados de las entidades, sean éstas públicas y/o privadas, en lo concerniente a la Información Financiera que se debe entregar a los tomadores de decisión e interesados en dicha información. Para ello se han incorporado las mejores prácticas de sistemas de control y gestión, para que los preparadores de la información la realicen con soportes de sistemas de control interno y de gestión, los cuales garanticen que la información sea útil, relevante y describa fielmente lo que pretende representar. La utilidad de la información financiera se mejora si es comparable, verificable, oportuna y comprensible.

Lo anterior representa que, para preparar y presentar estados financieros que den a conocer el contenido financiero, de resultados, de flujos y de las inversiones realizadas y financiamiento, necesariamente los datos deben contar con buenos sistemas de control interno, prácticas contables adecuadas, herramientas tecnológicas que permitan el manejo de grandes volúmenes de datos y organizaciones que desde sus gobiernos corporativos exijan estos estándares de Buenas Prácticas.

Sugerencias de Implementación

Algunas sugerencias para adoptar una BUENA PRÁCTICA y no caer en la implementación de un manual tipo receta, podrían ser las siguientes:

  • La buena práctica debe ser coherente y consecuente con los valores de la organización.
  • Si bien los agentes externos (como el regulador, por ejemplo) puede instaurar una buena práctica, la acción de los agentes internos, es decir, las propias personas de la organización, es clave.
  • De aquellos agentes internos, vale la pena recordar que si bien la buena práctica, es cuestión de todos, lo es esencialmente, de la Alta Dirección. Es la Dirección quien debe liderar estos procesos, impulsarlos y comprometerse con su ejemplo e involucramiento.
  • Una buena práctica no es sinónimo de buena intención. Debe ser un hecho.
  • Debe ejecutarse de manera sistemática.
  • Estas buenas prácticas deben estar idealmente documentadas para servir de referente y facilitar la mejora de sus procesos.

En general, se recomienda la adopción de BUENAS PRÁCTICAS, pero no se deben perder las consideraciones ya comentadas anteriormente y reiterar que para ello se debe contar con la participación y liderazgo de la Dirección Superior y, por cierto, con recursos calificados y preparados que puedan implementar las iniciativas que a su vez cumplan con ser pertinentes y adecuadas al contexto específico en donde se implementan.

Carolina Ramos H.

Ingeniero Comercial – MBA

Consultora de Empresas.